Domme
(Departamento de Dordogne). Ejemplo de Bastida medieval, población
fortificada que fue escenario de sucesivas batallas durante la “Guerra de los Cien Años”, prisión de templarios y testigo de las contiendas entre hugonotes y católicos.
Château Castelnaud La Chapelle (Departamento
de Dordogne). Se alza este
castillo sobre una elevada atalaya con vistas al río Dordogne. Alberga un Museo
de Guerra Medieval (parking de pago). Nosotros no visitamos el interior.
Château
des Milandes (Departamento de Dordogne). Muy
cerca de Castelnaud podemos visitar este majestuoso castillo, con influencias
renacentistas y góticas. En la historia reciente su nombre ha quedado asociado
a la polifacética actriz, cantante y activista Joséphine Baker (se cobra entrada).
Beynac
et Cazenac (Departamento
de Dordogne). Otra población con solera a orillas del Dordogne. Escenario habitual de películas, destaca desde
la lejanía su imponente castillo en lo alto de un promontorio rocoso.
Château de Puymartin (Departamento
de Dordogne). Poco puedo contar de este apartado castillo. Se
sube hasta su emplazamiento por una estrecha carretera, pero para visitarlo hay
que pagar una entrada que nos pareció abusiva (al menos para nuestro nivel
adquisitivo).
Château de Commarque (Departamento
de Dordogne). A pesar de su estado
ruinoso me pareció cautivador. Enclavado en un lugar armonioso, en un amplio
rellano en mitad de un bosque al que se llega por una revirada carretera. El
lugar fue habitado desde tiempos prehistóricos, como lo atestiguan los restos
de asentamientos trogloditas.
Sarlat la Canéda (Departamento
de Dordogne). Sarlat, capital del Périgord Negro, constituye una de las visitas
imprescindibles de la zona.
Por falta de tiempo solo pudimos conocer esta ciudad en
horario nocturno, pero quizás fue un acierto. Recorrer sus callejones desiertos
iluminados por las mortecinas luces anaranjadas nos pareció una bonita experiencia. Por contra, nos pena no haber podido disfrutar de su afamado mercado.
Según dicen,
Henry Miller afirmó que en “Sarlat está el paraíso de los franceses”. Y si lo afirma un bohemio y vividor como él era, algo de razón llevará.